Nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte es distinta pero todas se complementan y se necesitan mutuamente para ser un solo cuerpo.
De igual forma, aunque en nuestro mundo seamos diferentes de tamaño, color y familias, todos formamos parte del grupo familiar de pasito Dios.
Gracias, Señor, por tu encuentro
Señor Jesús, tú que dijiste: ''Dejen que los niños vengan a mí porque de ellos es el Reino de los cielos'', aquí nos tienes con el deseo de conocerte, amarte, seguirte y recibirte sacramentalmente y cumplir tu mandato de anunciarte con alegría a todos aquellos que no te conocen y así continuar la misión que hemos adquirido desde nuestro Bautismo.
Ayúdanos a ser como tú: obedientes, estudiosos, colaboradores.
Bendice a nuestras familias, sacerdotes, profesores y catequistas, y haz de nosotros, niños y niñas, útiles a la iglesia y a la sociedad.
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